BASKETZARAGOZA.NET El pasado viernes terminó el primer turno del Campus de Verano del CAI Zaragoza con las mejores sensaciones posibles. Los más pequeños, protagonistas absolutos salieron con el objetivo marcado desde un principio: aprender divirtiéndose. Atrás quedan ya los 12 días en los que el baloncesto ha sido el motivo de unión del más de un centenar de pequeños que se dieron cita desde el día 1 en las instalaciones de El Olivar. Ahora, solo queda esperar que el segundo turno, satisfaga al menos de igual manera -lo que ya sería un éxito rotundo- las expectativas de padres y niños.

La última jornada transcurría con normalidad, a pesar de la pena que daba poner el punto final a una actividad que ha resultado tan gratificante para todas las partes. Técnica por la mañana combinada con diferentes juegos y actividades, la hora de la piscina para relajarse y sacudirse el calor de encima antes de la comida, pero por la tarde fue cuando llegó la sorpresa. Si bien comenzaba como era habitual, con los juegos de mesa y momentos para la desconexión, el descanso y el relax, a las 18 horas el curso habitual de las cosas cambió radicalmente. El grupo de animación infantil Plis plas irrumpía en El Olivar para hacer las delicias de las jóvenes promesas del basket.

 

Durante una hora y media, los pequeños dejaron a un lado el baloncesto y se rindieron a la diversión que les brindaba Plis Plas con su canciones, músicas, espectáculos y actividades. Los padres y madres también estaban invitados al espectáculo y algunos no dejaron escapar la ocasión de ver como sus hijos lo pasaban en grande. Los pequeños se despedían de la mejor forma posible, con una amplia sonrisa, de un Campus de Verano que seguro que recordarán con mucho cariño, al igual que todos los que han hecho posible que un año más la actividad sea todo un éxito. A partir del lunes, más en el segundo turno.

Todo en la vida acaba pero lo hicimos con alegría, música y buen humor. Fin de fiesta como se merecía la ocasión.