BASKETZARAGOZA.NET Pese a que para sus compañeros la pretemporada comenzó el pasado lunes 22, el trabajo de Robin Benzing se remonta al mes de junio, cuando comenzó la rehabilitación de la lesión de muñeca que le impidió acabar la temporada. Tras un periodo estival muy intenso, el internacional alemán recupera sensaciones con su selección antes de regresar a Zaragoza.

Tras la lesión y ante la imposibilidad de acabar el curso, Benzing se marchó a su país para llevar a cabo su rehabilitación, algo que ha conseguido tras enrolarse ya con su combinado nacional y jugar sus primeros minutos durante la preparación para las eliminatorias de clasificación de cara al Eurobasket de 2017: “Me encuentro bien. La lesión está superada pero debo seguir trabajando flexibilidad y fuerza”, reconoce contento con sus avances. “Cuando se anunció la convocatoria no sabía si llegaría, pero hablé con la Federación y decidimos que lo mejor era unirme al grupo y ver cómo evolucionaba tras mucho tiempo inmovilizado”, recuerda convertido en el capitán alemán.

Sin embargo, ese parón sería algo relativo ya que pese a la escayola el ‘21’ rojillo tenía claro que para poder ayudar a su selección y llegar lo mejor posible, el trabajo es la mejor medicina. Por eso, desde finales del mes de junio se sometió a cinco sesiones de trabajo semanal en el estudio de entrenamiento personal Erdtmann & Myles de Darmstadt, al sur de Fráncfort: “La predisposición de Robin hizo que pudiéramos desarrollar un programa completo de fuerza, agilidad, explosividad y resistencia”, relata Kevin Myles. “Lo primero que hicimos fue dividir la semana de trabajo en tres sesiones de agilidad y resistencia y otras dos de fuerza y explosividad”, planteamiento que quedó condicionado también en los primeros días. “Cuando Robin se puso en contacto con nosotros aún llevaba la escayola, así que durante las primeras citas tuvimos que centrarnos en trabajo de piernas, core y unos pocos ejercicios de tronco superior”.

Con el objeto de no perder tono físico, Benzing se ponía manos a la obra con una meta fija: volver incluso mejor que antes de la lesión. “Los entrenamientos de agilidad y resistencia han estado principalmente dirigidos a aspectos que después iba a tener que hacer en la pista: cambios rápidos de dirección, movimientos laterales, mejora de la capacidad y el tiempo de reacción”, descubre quien ha sido su preparador personal durante alrededor de un mes. “Por su parte, con el trabajo de fuerza y explosividad hemos intentado mejorar su estabilidad, fuerza en el tronco inferior y capacidad de salto entre otras”, enumera.

Horas y horas de trabajo que han ayudado al alero conseguir el objetivo de incorporarse a la selección alemana en buenas condiciones y disputar sus primeros minutos después de tres meses: “Creemos que Robin ha hecho muy buenos progresos en todas estas áreas durante el tiempo que ha trabajado con nosotros y esperamos que cuando vuelva a España las pueda demostrar”, desea Myles, quien se ha convertido en la sombra del alero del CAI Zaragoza durante el mes de julio y le ha ayudado a cumplir su objetivo.