BASKETZARAGOZA.NET Fue el final del túnel, de ese largo camino, el de la soledad del corredor de fondo que alcanza la meta. Se notó algo especial desde el principio de la noche más ansiada por Henk Norel, ya que su presentación no fue al uso. Hace más de ocho meses dejó de disfrutar del baloncesto por una grave lesión en su rodilla pero ante el Lietuvos Rytas volvió sonreír. Tímidamente y de forma interior. Por fuera, mucha tensión en su rostro, Henk Norel reapareció con su 25 al pecho y a la espalda. Desde la grada, su esposa Geke estaba tranquila ante el día más importante de su marido en los últimos meses.

La presentación fue espectacular, ya desde que saliera del corralito del banquillo, la marea roja le tributó una de las más grandes ovaciones que se han escuchado en el Príncipe Felipe, casi ni se escuchó al speaker, no hacía falta. Aunque comenzaba el encuentro en el banquillo, con calma, observaba a sus compañeros hasta que cuando a falta de 1.33 para cerrar el primer acto, Abós le hizo un gesto y los resortes de Henk saltaron. La 'marea roja' reventó la noche.  

Activo en pista desde el primer momento tanto en la captura de rebotes como en el reparto de asistencias en el primer cuarto, el holandés respondió produciendo con su primer rebote en apenas 10 segundos y una asistencia a Rudez para el triple que dejaba un primer cuarto de ensueño en su participación y la de un CAI Zaragoza que comenzaba el recital. Capturó dos rebotes en las dos primeras acciones continuadas tras su salida. Su primera canasta llegó a los dos minutos y medio del segundo cuarto con su personal reverso con gancho a tabla. Henk estaba ya de vuelta.

En la segunda mitad, habían pasado seis minutos en el marcador cuando Henk regresó a la cancha acompañado de los cánticos de los Inchas Lleons que animaron al ritmo de "Henk, Henk". Lideka y Palacios fueron sus pares en la batalla contra Lietuvos. Algo más de ocho minutos hasta que fue sustituido por Shermadini. Quizá quede tiempo para volver a ver al 25 del CAI Zaragoza que todos conocimos pero en su regreso ha puesto la primera piedra.

"PENSABA QUE ESTE MOMENTO NO IBA A LLEGAR NUNCA"
En sala de prensa, no dejaba de remarcar los dobleces de la estadística que tenía en las manos. Liberaba tensión. Solo cesó el tic cuando se preguntó por el resultado final y lo comprobó el acta de su regreso al baloncesto. "Ha sido muy bonito. Pensaba que este momento nunca iba a llegar pero estoy muy feliz, ha sido algo muy especial", arranca sus confesiones.

Pero rápidamente volvía al concepto equipo, ese que nunca abandona: "Ganar con tanta diferencia te da confianza para estar vivo en Europa. Jugamos duro, hemos corrido bien y jugado bien como equipo. Eso significa que hemos ganado en casa, donde estamos muy fuertes", reseña.

Era obligado pensar en su círculo más cercano en el capítulo de las personas que le han acompañado en el camino: "Ahora mismo quiero agradecer a mis compañeros de equipo que juegan conmigo, me dejan entrar en el equipo aunque aún tengo que encontrar el sitio y ellos a mí también. Personalmente agradezco a mi mujer y a mi familia que me han ayudado mucho todo este tiempo", dice.

Finalmente, tuvo palabras para la afición: "Ha estado increíble durante estos ocho meses conmigo. Cada partido que gritaban mi nombre y aplaudían me hacían sentir que me quieren mucho. Ahora me toca enseñarme lo que valgo y, poco a poco, ir mejorando cada día para llegar con el equipo a donde queremos", concluye.

Por su parte, José Luis Abós elogió la vuelta del center holandés y alabó su actuación: "Su regreso dependía de la inercia de cómo fuera el partido. Era un momento ideal para foguearlo y estoy muy contento porque ha jugado como si hubiera jugado más partidos. Ha estado bien en los rebotes y ha logrado canastas. Su recuperación ha sido un trabajo muy duro de mucho tiempo y tanto él como nuestro preparador físico, Isaac López, han hecho un trabajo excepcional para volver a estar hoy aquí", afirma su técnico.