BASKETZARAGOZA.NET La pretemporada 2014-2015 supone volver a empezar para Henk Norel en el CAI Zaragoza. Cierra dos años complicados pero parte de cero, en perfectas condiciones y con la ambición de arrancar una brillante nueva aventura. En casa, el aliciente de la paternidad le anima más a encarar un año en el que asume que se puedan reeditar los éxitos de pasadas campañas gracias a una plantilla “con mucho talento” y en la que él desea “disfrutar jugando al basket”.


Primeros entrenos para el '25' del CAI Zaragoza.

Por eso, a diferencia del año pasado, el pívot del CAI Zaragoza amanece en esta pretemporada con ilusiones renovadas y un deseo latente, “que pasen muchas cosas”, con el fin de hacer “una gran temporada", espera. "Va a ser difícil, en principio, pero tenemos mucho talento en el equipo y ahora toca formar equipo. Podemos hacer grandes cosas y cumplir nuestros objetivos”, estima el holandés.

Sin embargo, lo primero será conformar un grupo sólido y Norel no es ajeno a la dificultad de conformar ese bloque en pretemporada: “Tener un equipo nuevo puede ir bien pero puede ir mal y ahora intentamos que todo vaya bien. Hay siete jugadores nuevos, muchos minutos para nuevos jugadores y ahora toca ayudar. Estamos haciendo buenos entrenos, tenemos un grupo de muy buena gente, serio y profesional que quiere trabajar. Nosotros debemos enseñar ahora el camino a la afición. Ellos tienen mucha ilusión y yo más aún”, afirma con emoción.

En lo personal, esta temporada supone para el de Gorinchem un nuevo punto de partida y eso le motiva: “Quiero jugar, disfrutar del basket y tengo ganas de comenzar pretemporada desde el inicio. Aunque no es la época  del año que más me guste, es la parte en la que nos formamos como equipo y donde todos entendemos nuestro rol”, confiesa el '25' rojillo.

Con eso claro, Fontet, Llompart, Tomàs y el propio Norel serán los cicerones de las nuevas incorporaciones: “Es nuestro trabajo enseñar ahora cómo funciona el club y el equipo. Todos nos respetamos y todo el mundo quiere hacer lo mejor aunque es difícil con siete jugadores nuevos, el año pasado fue más fácil. Aunque muchos jugadores se han ido, sobre el papel tenemos un buen equipo. Ahora nos toca a los jugadores mostrar que somos un equipo de verdad”, expone.


En el Parque del Agua en la primera sesión y por la tarde en pista del Príncipe Felipe

Dentro de esa calidad colectiva, Norel ensalza especialmente el juego interior en el que él se desenvuelve y en el que históricamente destaca la calidad de sus compañeros: “Hemos tenido grandes jugadores interiores. Con Shermadini y Sanikidze el año pasado era grande. Antes Rafa -Hettsheimeir-...y ahora Jelovac y Veremeenko. El CAI siempre ha fichado grandes pívots. Para los jugadores interiores es mejor, hay más competencia”, algo que se traduce en estar “más intensos en nuestro trabajo para tener mejores resultados”, argumenta.

Y en ese capítulo destaca especialmente la presencia del bielorruso Vladimir Veremeenko: “Siempre motiva jugar con grandes pívots y él es muy duro y muy bueno. He jugado varias veces contra él y es un jugador fuerte y con calidad. Individualmente eso me servirá para mejorar cada día. Jugar contra él en los entrenos y luego jugar con él los partidos me motiva mucho sabiendo que al final del día somos colegas y luchamos juntos contra los grandes de la Liga Endesa y de Eurocup”, asevera.

Ambos compartirán la pintura en este nuevo reto también para el equipo con la presencia de Joaquín Ruiz al mando de la nave: “Respeto mucho a Joaquín. Aunque es una situación nueva para él, lleva muchos años en el CAI. Es un gran entrenador, tiene experiencia y sabe mucho de basket. Le conocemos bien y es bueno para él tener esta oportunidad, al margen de las circunstancias de Abós. Trataré de ayudarle en lo que pueda igual que él me ayuda a mí. Espero que todo eso se traduzca en grandes resultados”, desea.

Lógicamente para los veteranos, y entre ellos Norel, José Luis Abós está en la mente de todos. “Su ausencia es algo que nos entristece a todos y le deseamos lo mejor. Personalmente pienso mucho en él, me ayudó muchísimo hace dos años cuando me dio la oportunidad de jugar en el CAI Zaragoza con un rol importante en la Liga Endesa. Le deseo lo mejor a él y a su familia para que se recupere pronto con todo el apoyo y todo el ánimo”, comenta.

Estrena paternidad
Ha sido también otro verano emocionante en lo personal para Henk. El año pasado contrajo matrimonio –recién intervenido y sin luna de miel- y este año estrena paternidad. Dulces momentos personales que contrastan con los dos estíos entre fisioterapeutas, gimnasios y entrenamientos: “Mis años en Zaragoza han sido diferentes a otros pero muy contento. El verano pasado fue duro cuando me lesioné justo cuando estaba haciendo mi mejor baloncesto. Y aunque volví, al final tuve problemas con el tobillo. Ahora físicamente estoy bien, al cien por cien, sin cojear, sin molestias y con ganas de empezar”, esgrime motivado.

Un sacrificio mitigado por el amor a su profesión: “Cuando haces lo que te gusta, no es trabajo. Y aunque he entrenado mucho, por la tarde estaba en casa con mi familia. La verdad es que esas son mis vacaciones”, asume con naturalidad.

Para cambiar un poco más las cosas ha llegado a casa de los Norel la pequeña Roos: “Estoy muy feliz. Es lo mejor que hay y no se puede comparar con nada. Mi vida ha cambiado bastante en apenas 20 días. Tienes un miembro más en la familia y depende cien por cien de nosotros. Intento ser un buen padre y espero que ella intente ser una buena hija”, dice entre sonrisas.

Y en pleno rodaje de esa paternidad, asume con orgullo que no ha tenido problemas para “cambiar pañales. Lo hago todos los días”. Otra cosa es cuando se le pregunta por si le gustaría que su hija sugiera los pasos de su padre en una cancha de basket: “Lo he pensado, claro. Ella debe hacer lo que le dé la gana. No me importaría si quiere jugar al baloncesto o si quiere tocar la flauta o el piano; lo que quiera con tal de que sea feliz”, defiende. Y la primera obligación que tiene en este momento de la pretemporada con su hija Roos es “sacar el pequeabono del CAI Zaragoza”, concluye Norel.

Reportaje gráfico: Esther Casas