(VÍDEO) Hay una carta para ti, Henk

BASKETZARAGOZA.NET El deporte siempre nos ofrece en bandeja situaciones entrañables que son como un tiempo muerto en mitad de la disputa deportiva y que humanizan las estadísticas y la competencia. En las semanas precedentes al final de la competición, una seguidora del CAI Zaragoza de 9 años, Uma -como la protagonista de Pulp Fiction- una niña que quedó perpleja el fatídico día en que Henk Norel cayó lesionado en el partido ante Manresa es la protagonista.

Días después, y todavía con la impactante imagen del holandés en su retina, esta joven seguidora se animó a escribirle una carta abierta en el blog de su padre, Sergio, para hacérsela llegar al pívot holandés. Uma puso el sentimiento, el espíritu y la intención; su padre lo plasmó en negro sobre blanco desde el teclado. El mensaje corrió por la red, llegó al Club y al destinatario.

Querido Henk:
Te escribo ahora porque estos días se está empezando a hablar más de tu sustituto que de ti, y eso no es justo. Me llamo Uma, tengo 9 años y voy con mi papá a ver al CAI desde que nací. Eso dice mi padre, porque claro, yo no me acuerdo muy bien. Igual te llama la atención mi nombre, o no, porque pareces muy simpático y seguro que te gusta el cine; para resumir te diré que es por la actriz, Uma Thurman, que es lo que mi padre y yo acabamos diciendo a todo el mundo.

El otro día cuando caíste al suelo mi papá y yo nos cogimos fuerte de la mano, yo no sabía qué estaba pasando pero me impresionó el gran silencio que se hizo en el pabellón, nunca antes había notado una cosa así, porque normalmente hay mucho ruido y alegría, pero el sábado pasado, no, por eso me di cuenta de que era especial. En ese momento todavía pensábamos que todo habría sido un susto, que habría sido un mal gesto, que podrías viajar a Fuenlabrada, y te podríamos ver otra vez engañando a tu defensor y por la derecha o por la izquierda verte colocarle uno de esos ganchos que mi padre dice que solo le ha visto hacerlos a Gasol.

Sabes, fuimos a veros jugar en Badalona, al pabellón olímpico, y pude comprobar lo mucho que allí te siguen queriendo, además ese día mi padre me explicó muchas cosas, como qué era la cantera, y que en Badalona y en Zaragoza salieron muchos de los mejores jugadores que han tenido estos equipos.Me alegré mucho de que ganásemos porque nunca se había conseguido.

Me encantaría poder conocerte un día, nunca te he visto. Bueno, solo en el pabellón, porque yo ya conozco a Rudez, que nos lo encontramos por la calle y a Llompart, que resulta que es vecino; también hablé con Fontet el otro día en el pabellón y me contó que se había lesionado el tobillo el día que ni él ni Damjan pudieron jugar.

Yo me puse muy triste cuando te lesionaste porque siempre desde que llegaste pensé  que eras uno de los mejores pivots que había visto en mi vida. Pero no solo eso, sino que también recuerdo aquel día en el que no te estaban saliendo bien las cosas al principio, pero la gente te seguía  apoyándote como si nada y al final hiciste un PARTIDAZO. Me impresionó que todos te estábamos animando, porque sabíamos que acabarías metiendo los tiros, porque confiamos en ti y, eso, supongo que lo notaste.

Te he estado observando y pienso que tienes un gran corazón, ya que desde el calentamiento, en todos y cada uno de tus actos demuestras tu compañerismo y tu cariño hacia el equipo y hacia todos y cada uno de los compañeros que lo forman; he visto que haces como un baile con Pablo Aguilar…
A mí me gustaría que te retiraras siendo aún del CAI  ZARAGOZA, porque yo pienso que aquí en Zaragoza has encontrado tu lugar y, sobre todo, tu equipo de baloncesto.

Además pienso que eres un jugador de baloncesto ya muy importante y que aún vas a serlo mucho más. Por todas esas cosas que te acabo de escribir pienso que si algún día te vas del equipo no podré aceptarlo; estaría muy triste a todas horas pero nunca te olvidaría.

Te mando mucho ánimo en tu recuperación y un beso muy grande que espero poderte dar un día en persona.

Uma

En ese tiempo de tristeza, ese texto fue una bocanada de aire fresco con efecto reconstituyente, ese mismo que no ha dejado de recibir Henk Norel, cuando la ventana del caísmo ha conducido su viento balsámico de apoyo hacia el '25' del CAI Zaragoza.

Henk quedó impresionado por el relato de la pequeña y no lo dudó: quería conocer a la autora de ese mensaje directo al ánimo. Y la autora intelectual de la carta  quería conocer al ídolo caído en la batalla para animarle y darle su apoyo de viva voz, no solo a través de un escrito en internet.

Y el encuentro se produjo. Norel, atrincherado en esa tronera de la cancha donde ningún jugador quiere estar, recibió la visita de Uma. Callada, tímida y nerviosa como corresponde a su edad, los dos protagonistas de la misiva se vieron en la cancha, el hábitat más natural para este tipo de encuentros.

La recompensa de Henk a tan dulce gesto fue su camiseta, la negra, la misma que lucía el día en que se lesionó pero…firmada por toda la plantilla, incluido el autógrafo del '25', por supuesto. Uma se fue a la grada con un sueño cumplido, saber que el destinatario de su carta la había leído.