BASKETZARAGOZA.NET Los dos jugadores del CAI Zaragoza vivieron ayer una noche muy especial en la que, más allá del importante triunfo ante el RETAbet.es GBC, ambos rompieron barreras con la elástica del conjunto aragonés. El capitán se convirtió en el máximo anotador del club en la ACB, mientras que el director de juego batió la marca de asistencias en un partido.

En su cuarta temporada en las filas del CAI Zaragoza, Henk Norel sigue haciendo historia. Si hace dos semanas logró ponerse al frente de la clasificación de máximos reboteadores del club en la Liga Endesa, ayer hizo lo propio al convertirse en el máximo anotador del club con 947 puntos. El internacional holandés había comenzado la temporada fuera del podio que ocupaban Paolo Quinteros (945), Pablo Aguilar (909) y Michael Roll (833), pero tras situarse en segunda posición las últimas semanas, los 10 puntos que anotó ayer frente al RETAbet.es GBC le permiten seguir haciendo historia con nuestra camiseta.

Pese a conseguir una hazaña de tal magnitud, el pívot ejerce de capitán poniendo por delante al equipo si bien no podía ocultar su alegría: “Me siento muy feliz porque es algo histórico pero lo más importante es que ha servido para que el equipo gane. Me encantaría meter muchos más puntos pero prefiero aún más ganar partidos con el CAI”, reconoce. Rota una barrera más, el ‘25’ rojillo tiene otra marca por delante. Con los tres tapones que colocó ayer, se sitúa tercero en la clasificación histórica del equipo (40), por detrás de Albert Fontet (42) y Pablo Aguilar (62).

Varios de esos puntos que sumó ayer Norel vinieron precedidos por algunas de las 12 asistencias que repartió ayer Tomás Bellas. Con ese espectacular registro, el base madrileño batió el récord de asistencias en un partido de Liga Endesa con el CAI Zaragoza que tenía precisamente uno de sus rivales ayer sobre el parqué: Pedro Llompart (11). Esta marca le permite además ganarse un hueco entre “Los más” de la Liga Endesa, como uno de los jugadores más destacados de esta decimotercera jornada.

Tras escribir también su nombre en la historia del club, el timonel se sincera: “Este año que está a punto de terminar tomé una decisión importante que era venir al CAI Zaragoza. Y lo hice porque estaba convencido de que iba a tener una etapa deportiva estupenda en una ciudad cojonuda, con perdón,  y con un baloncesto que me apetecía vivir”, destaca. “Noches como las de hoy, donde ganas a un rival en casa y obtienes el récord de asistencias, te hace estar doblemente contento”, resume una velada muy especial para ambos jugadores. Historia viva del CAI Zaragoza.

Reportaje gráfico: Esther Casas